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¿ES EL TELÉFONO MÓVIL UN JUGUETE?

Publicado por: Redactora Afede En: Sociedad El: Comentario: 0 Visto: 1484

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Hoy os vamos a hablar de algo que, aunque no es un juguete, últimamente lo parece.

Hoy en día la tecnología forma parte de muchos hogares. Su impacto en nuestra vida ha sido tan grande, que muchos trabajos dependen totalmente de ella y, dentro de casa, la mayoría de las familias cuenta con algún dispositivo electrónico. Sin duda, son una herramienta muy útil que nos sirve para diversos aspectos de nuestro día a día.

Un teléfono móvil no es un juguete

Los que hoy somos padres crecimos sin teléfono móvil y sin tablet y eso nos hace desear, a veces, que nuestros hijos crezcan también del mismo modo. Sin embargo, vivimos en la era de la informática y de la comunicación a través de las pantallas, como complemento a la comunicación verbal de toda la vida, y es difícil controlar a nuestros hijos en este sentido porque, queramos o no, acabarán comunicándose con sus amigos y conocidos de este modo. 

Aceptar este hecho no implica rendirse y el móvil, como muchas otras cosas de la vida, debe ser usado de forma consciente y responsable.

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A los diez años, uno de cada cinco niños ya tiene móvil

Dos de cada tres niños de entre 10 y 15 años tiene un móvil en España. Una cifra que ronda el 24% en los menores de 10 años y que se dispara hasta el 94,8% entre los adolescentes de 15 años. Se trata de un fenómeno cada vez más común en una sociedad hiperconectada en la que el teléfono móvil se ha convertido en una “necesidad” incluso para los más pequeños de casa.

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De hecho, los niños piden su primer teléfono móvil a edades cada vez más tempranas e incluso muchos padres deciden regalárselo como un juguete más. Sin embargo, aunque el teléfono móvil se puede convertir en un excelente aliado para el entretenimiento infantil, es importante tener en cuenta que este dispositivo no es un juguete para niños y, como muchas otras cosas de la vida, debe ser usado de forma responsable. 

Los niños no pueden saber que el móvil no es un juguete

Aunque la mayoría de los niños suelen desarrollar rápidamente unas habilidades increíbles para usar el teléfono móvil, en realidad no cuentan con la madurez psicológica suficiente para entender las distintas funcionalidades de un teléfono móvil y mucho menos comprender los riesgos a los que se exponen al “jugar” con un smartphone.

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Las redes sociales, las aplicaciones para adultos e Internet en sentido general son otras de las funciones que están disponibles en la mayoría de teléfonos móviles y que representan un peligro potencial para los más pequeños de casa. Desde el acoso escolar hasta el abuso infantil, muchas de las situaciones de riesgo a las que se exponen los niños en la actualidad se desarrollan en el marco online a través del teléfono móvil. Las aplicaciones de control parental prometen proteger a los niños de este tipo de peligro, pero en realidad los riesgos no desaparecen del todo.

Abusar de las pantallas puede afectar la inteligencia intelectual y emocional de los niños

Diversos estudios han demostrado que el uso excesivo de estos dispositivos podría afectar a los niños, especialmente si se usan desde temprana edad.

Los investigadores piensan que el uso de pantallas más allá del tiempo recomendado disminuye los beneficios del sueño, ya que los niños no obtienen un buen descanso, lo que también habla no sólo de la cantidad del tiempo, sino de los horarios en los que se usan. Además, incrementa el riesgo de padecer obesidad y alteraciones visuales.

El uso frecuente del teléfono móvil también se ha relacionado con un incremento de los trastornos cognitivos en la infancia como los problemas de memoria, el retraso en el aprendizaje y el déficit de atención. Los investigadores consideran que los niños de tres años que hacen uso de las pantallas interactivas podrían ver afectadas sus habilidades para las matemáticas y la ciencia.

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Por otra parte, su uso inadecuado también puede acarrear problemas emocionales como la falta de autocontrol, la impulsividad y otros problemas de conducta. Utilizar la tablet o el móvil para calmar al niño o para entretenerle es un error, porque así los niños pierden la capacidad de autocontrolarse y la creatividad. Y no sólo eso, todos perdemos un magnífico momento para hablar, para compartir y para relacionarse con las personas que tenemos alrededor.

¿Cómo va a aprender a calmarse un niño pequeño si siempre aparecemos con el móvil para que deje de molestar? Cuando un niño está nervioso o enfadado, lo que tiene que hacer es, con nuestra ayuda, buscar herramientas para solucionar el momento. Hablar de ello, explicarse o aprender a decirnos qué le pasa. Si aún no es capaz de ello y en vez de ayudarle le ponemos la pantalla delante ya no solo no explica su problema, sino que ni siquiera aprende a explicarlo. A menos interacción con los demás, peor comunicación y peores capacidades sociales e inteligencia emocional.

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La importancia de elegir un buen juguete para los más pequeños

El teléfono móvil no debería ser un sustituto del juego tradicional. Los niños también necesitan jugar con cochecitos, muñecas, juegos de construcción, pelotas o cualquier otro juguete que eche a volar su imaginación. Necesitan participar en juegos de roles y divertirse jugando con la familia y con otros niños.

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Obviamente, esto no significa que los niños no puedan jugar ocasionalmente con un teléfono móvil. Existen muchísimas aplicaciones y juegos para smartphones que no solo resultan divertidos, sino que también fomentan el aprendizaje y el desarrollo de diferentes habilidades. Sin embargo, es importante contar con una supervisión parental para prevenir cualquier riesgo y regular el tiempo que pasan frente a la pantalla.

La decisión está en tu mano

Por supuesto, la decisión final de regalar un teléfono móvil a los niños está en manos de los padres. No obstante, se recomienda esperar para dar este paso a que los peques sean lo suficientemente mayores como para usar de manera consciente el teléfono y sean capaces de entender los riesgos a los que se exponen.

Si ya es demasiado tarde y notas que tus hijos demandan el teléfono a todas horas, se enfadan si no se lo dejas o pierden el control cuando pedimos que nos los devuelvan, quizá sea el momento de ponerse manos a la obra y ayudarles a superar ese enganche.

Actuar con comprensión, cariño y paciencia ayudará a que el niño vaya interiorizando las nuevas normas y se sienta satisfecho y tranquilo gracias a vuestro apoyo.

Ese momento complicado que podemos tener hoy redundará en mejor capacidad de concentración o paciencia en un futuro. Poner límites y más si lo hacemos de forma positiva es un acto de amor tan grande y contribuye tanto a su confianza como comértelo a besos cada mañana.

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