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LEGO, EL ORIGEN DEL JUEGO DE CONSTRUCCIÓN MÁS FAMOSO DEL MUNDO

Publicado por: Redactora Afede En: Juegos y juguetes. Ideas El: Comentario: 0 Visto: 14

LEGO, EL ORIGEN DEL JUEGO DE CONSTRUCCIÓN MÁS FAMOSO DEL MUNDO

 

 

Como sabrás, nos encanta conocer el origen de los juegos y juguetes más conocidos de todos los tiempos. Hemos dedicado artículos a Playmobil, Hot Wheels, Cubo de Rubik, Mr Potato, Furby, Twister o Trivial, entre otros, puedes leerlos todos en este blog, ¿cómo es posible que hasta hoy no hayamos dedicado un artículo a Lego?

 

Llegó el momento de hablar de los humildes orígenes de los pequeños "ladrillos" de plástico de colores que fueron evolucionando hasta alcanzar la perfección que nos permite, hoy en día, hacer las más fascinantes creaciones.



¿Cómo nació Lego? La creación de Ole Kirk Christiansen

 

Ole Kirk Christiansen nació el 7 de abril de 1891 en la población danesa de Filskov. Pese a que su familia era bastante pobre, el joven Ole tuvo una educación secundaria básica para posteriormente empezar a trabajar en una fábrica. Más tarde sería el aprendiz de su hermano mayor Kristian y finalmente se convirtió en maestro carpintero.

 

Ole Kirk Christiansen, creador de Lego

 

Ole logró abrir un taller de carpintería en su pueblo, donde fabricaba escaleras, taburetes y tablas de planchar. Se casó con la hija de un quesero local llamada Kirstine Sorensen, con la que tuvo cuatro hijos. Pero la felicidad conyugal de Ole duró poco. Kirstine murió poco después de dar a luz a su cuarto hijo.

 

A esta desgracia se sumaron otras, como la crisis económica producto de la Gran Depresión que nació en Estados Unidos y se extendió por Europa y el incendio de la casa y el taller de los Christiansen, que se calcinaron en cuestión de minutos. 

 

Estas circunstancias no lograron desmoralizar a Ole, que contrató a un arquitecto para rehacer de nuevo el edificio y comenzó a hacer productos más pequeños y asequibles, como juguetes.

 

En esa época, su hijo Godtfred empezó a trabajar en la fábrica y se propuso ampliar la línea de juguetes.

 

Pato de madera que Ole ideó junto a su hijo mayor, Godtfred, y otros trabajadores de la empresa

 

Poco a poco la demanda por los juguetes fue aumentando hasta el punto que sólo dos años más tarde se convirtió en la principal fuente de ingresos de la familia. En 1932, los Christiansen ya fabricaban alrededor de 28 diseños distintos de juguetes, entre ellos coches, aviones y autobuses. Los hacían en madera de abedul, los lijaban, les daban tres capas de pintura y finalmente los empaquetaban de manera artesanal, lo que les valió una gran reputación. Esa búsqueda de la perfección y la pasión por el trabajo bien hecho se reflejaba en el lema que podía leerse en un cartel situado en la entrada del taller que Godtfred había grabado: "Solo lo mejor es suficientemente bueno".



Trabajar con tesón a pesar de los contratiempos

 

El estallido de la Segunda Guerra Mundial supuso otro punto de inflexión para el negocio familiar de los Kristiansen.

 

Durante los años de conflicto, los padres siguieron comprando juguetes para animar a sus hijos y distraerlos de los horrores que estaban ocurriendo en los campos de batalla.

 

En 1942, la fábrica sufrió de nuevo un incendio, aunque esta vez la situación económica de Ole le permitió rehacerla y seguir adelante.



El plástico, una inversión acertada

 

En 1947, Ole Kirk conoció a Hilary "Harry" Fisher Page, diseñador de la fábrica británica de juguetes Kiddicraft. Esta era una empresa juguetera que había patentado unos bloques rectangulares con un conector en la base superior. Aquellos bloques de madera se podían montar y desmontar con gran facilidad, lo que proporcionaba mucha libertad a la hora de crear cualquier modelo.

 

Fascinado con el invento, Ole decidió apostar por el mismo tipo de bloques, pero hechos de plástico. Fue entonces cuando el juguetero danés compró una máquina de inyección para producir bloques de plástico en masa y la empresa terminó trabajando única y exclusivamente con este material.



El encaje perfecto y el tractor Ferguson

 

En otoño de 1951, el Grupo Lego lanzó un tractor Ferguson a pequeña escala fabricado en plástico. El tractor, comercializado tanto como juego de construcción como como modelo terminado, fue un éxito rotundo. Este éxito fue una de las principales razones por las que las ventas de los productos de plástico del Grupo Lego superaron a las de sus homólogos de madera en 1952.

 

 

Se fabricaron dos versiones del tractor Ferguson: un modelo terminado y un juego de construcción (foto) que los niños podían montar ellos mismos.

 

Un éxito como el del tractor Ferguson también tuvo implicaciones para otros productos del Grupo Lego. Uno de los artículos que más atrajo la atención de los niños fueron los Bloques de Encuadernación Automática, precursores del juguete de construcción que posteriormente se conocería como los ladrillos Lego.

 

Automatic Binding Bricks se lanza en 1949

 

Por entonces, los bloques fabricados por Lego aún no habían obtenido el encaje adecuado. 

 

Fue en una feria de juguetes donde, tras recibir una crítica de un comprador, Ole y su hijo mayor descubrieron qué era lo que faltaba a sus juguetes para triunfar. Necesitaban que los juguetes de Lego dieran libertad absoluta al niño a la hora de crear, fueran más seguros y de mejor calidad. 

 

Godtfred empezó entonces a investigar la manera de adaptar aquellas ideas a sus ladrillos de plástico, hasta que al final logró crear un producto en el que todos los ladrillos fueran perfectamente compatibles unos con otros.

 

En 1955, la compañía presentó el Sistema Lego en Juego. A cada ladrillo se le adaptó una unión mediante el uso pequeños tubos, lo que proporcionó al juguete una enorme versatilidad.

 

La idea del sistema es uno de los hitos clave en la historia del producto que más tarde se desarrollaría hasta convertirse en el ladrillo Lego que conocemos hoy y una de las claves del éxito del producto.

 

La versión que conocemos actualmente de los bloques de Lego se patentó en 1958, justo el año en que murió Ole Kirk, el fundador de la empresa.



El nombre y la evolución de su logo

 

A raíz de la creciente popularidad de sus juguetes, Ole Kristiansen decidió buscar un nombre nuevo para su negocio.

 

El empeño de Ole por hacer juguetes de buena calidad que fueran buenos para los niños fue determinante para escoger el nombre, Lego es la abreviatura de “jugar bien", que en danés es leg godt.

 

El nuevo nombre comenzó a usarse oficialmente desde enero de 1936.

 

El primer logo iba impreso en todos los materiales de correspondencia y en las etiquetas de envío de la empresa. Para verlo en los juguetes, habría que esperar hasta 1936. Es un logo sencillo, en blanco y negro, muy alejado del logo rollizo y colorido que conocemos a día de hoy.

 

Logo Lego 1936

 

Entre 1939 y 1940, el logo se rediseña y adquiere un efecto más tridimensional, como subrayando la consolidación de una empresa que no para de crecer.

 

Tras la fabricación de los primeros ladrillos en 1949, un nuevo logo aparece en los catálogos con diferentes colores. Esta se aproxima ya más al actual: letras gruesas que parecen dibujadas a mano y un estilo lúdico e infantil que pasa a formar parte de la identidad de la empresa.

 

Logo 1949

 

1960 es el año en el que el logo adquiere un aspecto que nos es más familiar: se mete dentro de un rectángulo (precursor del cuadrado actual) y se añaden los colores rojo, blanco y amarillo (colores que hoy asociamos con la marca).

 

En 1973, el rectángulo se cambia por un cuadrado, una forma mucho más básica y compacta. Las letras son más pulcras y regulares, y el símbolo de marca registrada aparece junto al nombre.

 

El último retoque en el logo se realizó en 1998, obteniendo el logo que conocemos hoy. El cambio fue muy pequeño respecto a la versión anterior, las letras ahora simplemente estaban más juntas. Este retoque era necesario para poder reproducir mejor el logo digitalmente.

 

1973 Logo Lego

 

Desde sus inicios, Lego no ha parado de crecer, mejorar y evolucionar. Actualmente, es una marca reconocida a nivel mundial, y no solo triunfa con sus juguetes, sino también con sus parques de atracciones, videojuegos, películas y series.

 

El año 2000, la Asociación Británica de Tiendas de Juguetes nombró a LEGO “Juguete del Siglo". Un honor que seguramente habría llenado de orgullo a su fundador.

 

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